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| Foto: Internet |
Hace unos cinco o siete años que Álvaro Ríos, ex Ministro de Hidrocarburos, socio Director de Gas Energy Latin America, no visita el departamento de Tarija, ni los municipios de la provincia Gran Chaco. Si lo hiciera, se llevaría una gran decepción. Porque no los encontraría, como dijo que espera encontrarlos, es decir, como "mini Dubais" o mini Abu Dabis.
El analista -a través de entrevista con el programa- dio unas pautas de lo que Tarija, y el Chaco, debieron hacer con sus recursos económicos: Infraestructura caminera, inversión en tecnología, diversificación de la exportación e industrialización de productos. Todo lo que en realidad, hasta el momento no se ha consolidado, pese a los 146.100 millones de bolivianos que han ingresado al departamento entre 2010 a 2015, según datos del Ministerio de Economía y Finanzas Públicas.
Un repaso
En infraestructura caminera, el departamento con el mayor índice de ingreso per capita del país ($us 8.691) según datos de 2014 del Instituto Nacional de Estadísticas (INE), no ha concretado una vía que conecte la principal provincia del departamento con su capital. Pese a que son 62 kilómetros los que faltan por asfaltar, el tramo Entre Ríos- Palos Blancos, y que desde marzo de 2014 hay un contrato para la construcción del mismo a cargo del consorcio Ceinsa-Incoydesa, que avanza lentamente.
Si hablamos de tecnología la mayor inversión la realizó el Estado, con proyectos estratégicos asentados en el municipio de Yacuiba. La Planta Separadora, la Termoeléctrica del Sur, y la futura construcción de la Planta de Propileno y Polipropileno. Aunque como ya lo ha advertido más de una autoridad, los proyectos no dejarán utilidades para los municipios, más allá de la contratación de mano de obra, o las aspiraciones regionales de constituir un parque Industrial. En Yacuiba, la adquisición de computadoras para las unidades educativas, fue una iniciativa pionera en el país, que sin embargo se encuentra en desuso.
La diversificación de la producción con miras a la exportación también es una tarea pendiente. A nivel departamental, dejando de lado la exportación del gas, se exporta; soya y derivados, sales, pieles, madera aserrada, ladrillos de construcción y singanis, aunque con margenes de utilidades mucho menores, según datos del Instituto Boliviano de Comercio Exterior (IBCE) de abril de 2015, En Yacuiba, existen iniciativas de darle mayor valor agregado a ciertos productos, aunque todavía apuntan hacia un mercado interno, como la venta de uvas, y vinos, que se encuentra en etapa de desarrollo. En Caraparí destaca el fortalecimiento del sector ganadero con miras a la exportación de carne y en Villa Montes ya se hizo mención anteriormente de cuatro proyectos productivos con miras a la industrialización de sus productos.
En realidad, es poco haciendo números y mirando mucho infraestructura que está cayendo en desuso, de lo cual podemos dar testimonio al menos en el municipio de Yacuiba. Ni hablar de pilares importantes para la sociedad como salud, educación y seguridad ciudadana. Sin embargo, tomando las palabras del experto en hidrocarburos, Tarija y el Chaco aún tienen tiempo para cambiar su destino.
Aún hay tiempo
“El potencial de Tarija es grande. Todavía tiene
potencial para explotar. Pero más importante que eso, es que (las autoridades) sepan aprovechar los recursos
del gas, para no quedar postergados. No terminar como Potosí o Camiri”, señaló el analista.
"Si los tarijeños no son inteligentes, y no siembran el gas convirtiéndose en polos de desarrollo, se va a desaprovechar esta oportunidad", añadió.
Las autoridades del Chaco, sus cívicos y representantes de los sectores sociales deberán aunar esfuerzos para que pese a la reducción de los ingresos de la renta petrolera, se pueda "sembrar el gas", como señala el ex ministro. Porque si tomamos sus palabras, plata y tiempo todavía tenemos. ¿Estaremos apuntando a eso?
A continuación les dejo parte del audio, para mejor aprovechamiento de la entrevista:
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